miércoles, junio 23, 2010

A dormir juntitos





Dormir como el habitante de calle

Cuando uno duerme “simplemente deja de existir” para sí mismo, el cuerpo está en reposo total, no se molesta a nadie, ni se hace daño a nadie; a dormir no se aprende, simplemente resulta del cansancio, la borrachera, el aburrimiento, la enfermedad, etc.

En Bogotá es común ver a personas de diferentes edades durmiendo debajo de puentes, prados y andenes; algunas son habitantes de calle que han soportado el frío durante tantos años que pareciera, en ocasiones, que ya no lo sienten.

Para esta población el tiempo no es su principal preocupación, ni mucho menos la estética, lo importante es el día, vivir el día, Dios provee lo del día, da la comida del día; recorrer las calles es su misión.

El teatro, la filarmónica, los conciertos de Rock, las discotecas, los cafés, centros comerciales, bibliotecas, parques interactivos o con atracciones mecánicas y tampoco el cine existe para el habitante de calle, “andan en otra película”, dormir es su actividad favorita, sea donde sea y muchas veces como sea; esa es la simpleza que aplican para su vida de la que quizás tenemos que aprenderles.



En su contexto poco se reniega, simplemente existe un acomodo a las circunstancias; “a la vida con lo que tengas”, es una frase que saben aplicar muy bien dentro de su cotidianidad, mientras muchos de nosotros maldecimos por tantas razones, entre otras, por no tener “dulces sueños” que para alcanzarlos hay que dormir en un colchón de marca que cuesta una millonada, si nos fijamos bien, esta población duerme tan placenteramente, en ocasiones con tan sólo:

• Un cartón para acostarse o sin este. Archivo Blog
• Una cobija o sin esta. Archivo Blog
• Un maletín de cosas personales que algunos utilizan como almohada o sin este. Archivo Blog

Y yo, al igual que muchas personas en esta ciudad, acostado en una cama doble, un par de almohadas, el televisor en frente y la luz apagada, no logro conciliar el sueño. Aquí es cuando uno siente envidia de la buena por el habitante de calle que “cae como piedra”, ajeno al mundo exterior, cuando el sueño lo domina.

Lo anterior me hace pensar, que si bien es cierto, es importante que los habitantes de calle se reintegren al desarrollo de una vida normal, apoyado por las instituciones públicas, privadas y su familia, quisiera llevarlo en mí para poder gozar la música y dormir profundamente como ellos lo saben hacer.

(Video A DORMIR JUNTICOS: Rumba al Parche)

Finalmente me surge una pregunta:
Si dormir es tan delicioso, ¿por qué tenerle miedo a la muerte?.



Algunos Habitantes de Calle, recién llegaban de su larga noche en el consumo, en el recicle o en la fría calle, algunos durmieron como ven en las fotos, pero otros rumbearon al son de la Alcaldía Mayor.

2 comentarios:

vanessa dijo...

un poquito de paciencia o en horas de poco ritmo web, y el video corre de lo lindo. buen mensaje callejero mis panitas.

Arboleda dijo...

Cazador urbano de dormilones, veni por mí.