Así quedó evidenciado en la estación principal de Santa Lucía donde EL HERALDO logró captar la imagen de tres habitantes de la calle que han convertido este sitio en sus confortables habitaciones. Armados con sus colchonetas, botellas de ron, y sus objetos personales, estas personas duermen confortablemente sin que nadie les interrumpa sus sueños matutinos.
Esta situación ha llamado poderosamente la atención de más de un cartagenero y de los turistas que por estos días han llegado a la ciudad y que han notado con extrañeza la permisividad por parte de las autoridades para que se permita una alteración del orden como esta.
“Uno no entiende cómo en Cartagena una ciudad tan importante y que cobra una relevancia a nivel nacional para el Gobierno central se permiten cosas como estas que uno ve en las estaciones del sistema de transporte masivo”, comentó Mauricio Garavito, un turista que llegó de la capital de la República y se encuentra hospedado en uno de los hoteles que han sido creados en el sector de la Bomba El Amparo. El visitante fue enfático al decir que a los cartageneros les hace falta amor por su ciudad y mucha cultura ciudadana para entender que una obra de esta magnitud hay que cuidarla, quererla y mantenerla, y desde ahora se está viendo lo que va a pasar con Transcaribe.
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